Foto: redes |
“!Má…, voy a salir un rato al antro!”, suplicó
el joven. “Ay, no hijo, en la discoteca te van a hacer tomar”, respondió la
madre. “¡Por fa, má!”, insistió el hijo. “Ya, pero regresa rápido”, aceptó la
madre. Piero, y su grupo de amigos ingresaron a la discoteca. La “chancha” de
20 soles no les alcanzó para la sellada que costaba 40 soles. Entonces les
trajeron la jarra mezclada en el bar. No sabían que ese licor que bebían era
metílico traído en cilindros desde Bolivia por contrabando, que fue destilado
en Juliaca, y repartido a las discotecas ilegales. Los dueños de los antros compran la botella de licor
adulterada a 5 soles, pero venden a 25, y para tener respaldo en la
municipalidad financian elección de alcaldes.
Foto. redes |
El joven Piero, estaba fuera de control, el licor bamba había
hecho que pierda la conciencia. Y, amaneció en el hospital intoxicado. Después
de consumir metanol su cuerpo se había trastornado: se sentía como si se
estuviera quemando por dentro. Siguió un dolor de cabeza muy fuerte, miraba
borroso, vomitaba, respiraba con dificultad y convulsionó.
Según la OMS: la droga
más peligrosa, es el alcohol. El licor adulterado se convierte en ácido
metanoico que en casos más extremos, lesiona el nervio óptico y la retina
provocando distintos grados de ceguera. Por ello los dueños de las discotecas
tienen que ponerse a derecho, y a los consumidores adquirir productos con registro sanitario de Digesa.
grobercutipa@gmail.com
Publicado en Diario Correo
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