Foto: redes |
Una
comisión de la bancada de Fuerza Popular evalúa una eventual sanción contra el
congresista Kenji Fujimori, debido al “continuo ataque hacia los congresistas de
Keiko Fujimori”; no se dan cuenta que
Kenji inició con la campaña al 2021, aun cuando él lo niega. Cumpliendo con los decálogos de psicología
política para Colocar al Candidato en las Noticias: defendió la libertad de
prensa, tras proyecto de medios de Letona y Aramayo, exigió sanción a pederasta
en el caso de Figari y exigió terminar con el circo Congresal sobre el
contralor.
Su
hermana y sus seguidores están vivos y hacen política. Pero su imagen se está
esfumando por la intentona de
implementar una dictadura parlamentaria. Por eso Kenji se separa de ese tropel:
no quiere repetir esa estrategia que el fujimorismo ya usó antes, que podría despertar
el cerebro reptil de los ciudadanos.
Kenji
se presenta como la solución, incluso al interior de su partido. Los grandes
oradores de FP como Héctor Becerril que siempre
hablan de política son derrotados por un orador mediocre como Kenji que conecta
con el elector hablando de sus problemas. Al contrario de Keiko que aparece
como político artificial, Kenji en cambio es distinguido como natural: habla
con la prensa como si estuviera conversando con sus amigos.
Ahora
que es zarandeado por “Goliat” (Keiko y sus leones), el elector se identificará con el pequeño
“David”, hijo de Alberto Fujimori, capaz
de enfrentar al más poderoso, y esa emoción serán vital a la hora de recibir
respaldo.
grobercutipa@gmail.com
Publicado en Diario Correo
http://ediciondigital.diariocorreo.pe/puno/20170706/#!/pagina/10
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