domingo, 12 de febrero de 2017

Odebrecht liquida a políticos.




Por Grober Cutipa Huarcaya
Foto: redes


Antes los indicios de sobornos de la empresa brasileña Odebrecht para ganar millonarios contratos con el Estado, los ex presidentes peruanos: Alejandro Toledo, Alán García  y Ollanta Humala, podrían ir a prisión acompañando a Alberto Fujimori. Se confirma lo que para el pueblo era un secreto a voces: “La corrupción generalizada en altas esferas de los gobiernos del Perú, que carcome la confianza en la política y desmigaja la vida de los más pobres”.

En el país se tiene buenas leyes que no sirven para combatir este tipo de acciones, y el Ejecutivo y Congreso, reaccionan con lentitud, como afirmando que aquí todo está bien, y no atacan eficazmente a la corrupción. Por eso un  sector de la ciudadanía ha iniciado una cruzada para lograr  que la sociedad haga un repudio social a los corruptos, para que muchos de estos personajes no sean aceptados en la vida política; y se está abriendo el espacio a nuevos liderazgos con un explosivo discurso para romper el ciclo corrupción-inseguridad. 

Con el destape de más casos, Odebrecht amenaza con otorgar partidas de defunción a gran parte de la clase política; lo cual es un  golpe a la gobernabilidad democrática y a la reputación de los políticos. Marca un antes y un después, que inclusive salpicará a los gobiernos regionales y municipalidades, donde existen medianas empresas tipo Odebrecht acostumbradas a pagar sobornos a gobernadores y alcaldes para ganar licitaciones, luego de financiar campañas electorales.




Publicado en el Diario Correo

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