Por Grober Cutipa Huarcaya
Fotos: redes |
Alexander Flores y Royer Saya, hacen de su éxito empresarial en minería una carta de presentación electoral. Estos dos tecnócratas aparecen como solución, en un ambiente donde abundan los escándalos de corrupción, y se presentan como una garantía de mayor honradez. Además, se benefician del descontento de muchos con la política tradicional y un cansancio con la lucha ideológica de izquierdas, derechas y andinos. Y, tendrían mayor popularidad si imitan a Donald Trum, con propuestas populistas y antisistema, quitando ese papel a Walter Aduviri.
Siguiendo la vieja
ecuación de la propaganda electoral: “A mayor inversión, mayores réditos”, Flores
y Saya están en campaña desde el 2016, regalando cajas de cerveza y copas en
fiestas patronales. En el 2017 consolidaran sus candidaturas: Alexander con
mayores padrinazgos y Roger con la clasificación del equipo Alfonso Ugarte al
futbol profesional.
Ese contexto, hace
notar que las elecciones de 2018 serán las más caras de la historia. Los
líderes de Poder Andino y Gool encarnarán ese despilfarro financiando en parte
las campañas de los postulantes a las alcaldías provinciales. Esa influencia excesiva
del dinero, invalida la igualdad de voces y votos y es una derrota a la
democracia; pero un sector de nuestro pueblo todavía no lo cree así y es
posible que salgan victoriosos. Sin embargo las expectativas que causan estos
millonarios al alcanzar la gobernación regional pueden volverse frustraciones,
como sucede con Juan Luque. “Los códigos de la gestión pública son distintos al
mundo de los negocios”.
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