Foto: redes |
Miles de madres y
padres de familias realizaron largas colas en las principales instituciones
educativas de Puno y Juliaca; para conseguir un cupo de matrícula en el primer
grado de primaria o primero de secundaria. Consideran que los colegios
emblemáticos tienen prestigio académico, talleres, aulas virtuales, maestros
seleccionados y mejores oportunidades para el desarrollo profesional de sus
hijos. Mientras en las escuelas de los barrios urbano marginales se nota escasa
presencia de tutores en busca de una vacante.
Ese contexto, demuestra
que la marca del sistema educativo peruano
es la desigualdad, que es acentuado con la “Zonificación”: los alumnos
deben estudiar en colegios que les corresponde según la ubicación de su
vivienda; lo que de hecho aumenta la brecha entre barrios ricos y pobres. Las
escuelas de periferia y de inferior formación de los padres de familia: tienen
muchas más dificultades para acceder a las redes informáticas, los alumnos no
pueden cumplir con las exigencias académicas de los maestros; y se ven
desplazadas y marginadas hasta quedar casi vacías.
No sólo hay que
proclamar la gratuidad de la enseñanza: hace falta también abordar las razones
del abandono escolar de los alumnos en los barrios urbano marginales y de la
zona rural: falta de infraestructura moderna y equipamiento, con profesores
mejor remunerados, ayudar a los padres en el acompañamiento a sus hijos; y
superar la escasa motivación para el
aprendizaje. De tal forma, se reducirán las diferencias entre la escuela
marginal y la emblemática, entre la ciudad y el campo. Todo con eficiente
distribución del presupuesto nacional.
grobercutipa@gmail.com
Publicado en Diario Correo
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