sábado, 13 de febrero de 2016

El puneño oso Jukumari, se perdió en Candelaria



En aquellos tiempos, en un pueblo cercano a la ceja de Selva, se danzaba  al compás de  la melodía del Siku. Los hombres llevaban monteras, hechos con plumas; también tenían pantalones de bayeta y pollerines de color blanco. Las mujeres vestían polleras verdes y blusas blancas. Allí, llegó a bailar un joven muy alto y corpulento, con máscara y vestuario de oso Jukumari: color negro, con una mancha blanca que rodeaba sus ojos y se extendía hasta la garganta.  Una hermosa doncella, que lucía una manta multicolor, se enamoró del joven corpulento. Como ella, todos pensaron que un joven curioso se había vestido de oso de anteojos y lo dejaron bailar.

Desde ese día, para danzar el  siku, y muchos años más tarde, en la morenada y diablada: muchos jóvenes se vestían con traje de Jukumarini, para impresionar a las chicas. Sin embargo, en los últimos años, en la festividad Virgen de la Candelaria, el oso de anteojos, es reemplazado por el gorila de África.  Así, los danzarines advierten que nuestro gran hermano Jukumari, está en peligro de desaparecer de la ceja y selva puneña.


Los cazadores furtivos lo matan para trasladar su cuero y garras a Cuzco, para fabricar regalos que se llevan los turistas. También, algunos agricultores los matan, porque los ositos ingresan a las chacras de maíz para alimentarse; ya que su hábitat ha sido destruido por la actividad minera ilegal, narcotráfico y agricultura expansiva.

Es hora que el Gobierno Regional de Puno, las  municipalidades provinciales y distritales de Carabaya y Sandia instalen centros de  rescate del oso andino. De esta forma, los graciosos ositos jukumaris volverán a bailar en la Festividad  Virgen de la Candelaria.

OTRO SÍ:


De acuerdo a la foto de arriba, en el carnaval de Oruro, se pueden observar a los osos jukumaris danzando.

Publicado en Diario Correo

grobercutipa@gmail.com

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