sábado, 13 de febrero de 2016

Mamita Candelaria, Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad



Desde tiempos del estado Tiahuanacu, los quechuas, aymaras, urus y amazónicos de la gran nación Qulla, en la waqa Puñuy a las orillas del lago Titicaca, expresaban su agradecimiento a la Pachamama con música y  danzas por las chacras en plena flor.

Cuando los españoles llegaron al Qullasuyo, quisieron imponer "por la cruz o la espada" el catolicismo y el culto a la Virgen María a los pueblos originarios, que tenían su propia cultura y religiosidad. En la waqa Puñuy construyeron el santuario de la Virgen de la Candelaria.

Al inicio los aymaras, urus, quechuas y amazónicos, muy acostumbrados en su religión andina rindiendo homenaje a la Madre Tierra, fingieron adoptar el nuevo culto siguiendo sus propios rituales asimilando la imagen de la Virgen María a la de la Madre Tierra.

Así comenzó la entronización de la imagen de la Virgen de la Candelaria, llamado por el pueblo “Mamita Candelaria” y se intentó destruir los ritos originarios y reemplazándolo con la Virgen María; pero este proceso extirpador no pudo conseguir su objetivo, ya que el catolicismo se integró a la ritualidad de los pueblos andinos y amazónicos.

Así en la festividad de la mamita Candelaria, conviven la virgen María y Pachamama, lo que se muestra con la entrada de Kapus en la víspera y el servicio a la Madre Tierra que realizan los conjuntos autóctonos en el concurso de danzas típicas y nativas. Además el diablo extranjero que es el mismo supaya o sajra andino, originaron la  danza de la diablada. Por estas y otras razones, la fiesta de la mamita Candelaria es Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad.  

Publicado en Diario Correo



No hay comentarios.:

Publicar un comentario